sábado, 27 de septiembre de 2014

BEATO ÁLVARO DEL PORTILLO, UN ALMA EUCARÍSTICA

Como homenaje al Beato Álvaro Del Portillo, nueva estrella que Dios se ha dignado encender en el firmamento de su Iglesia, transcribo algunos textos suyos que manifiestan la hondura de su amor por la Misa y el Sagrario.

“Toda nuestra vida, nuestros pensamientos y nuestras palabras, nuestras obras y nuestros deseos, han de ser para el Señor Sacramentado”.

“Un alma de fe reconoce en el Sacrificio del altar el portento más extraordinario que se lleva a cabo en este mundo nuestro. Asistir a la Misa –para los sacerdotes celebrarla-, significa tanto como desligarse de los lazos caducos de lugar y tiempo, propios de nuestra condición humana, para situarnos en la cima del Gólgota junto a la Cruz donde Jesús muere por nuestros pecados, participando activamente en su Sacrificio redentor”.

“Sólo de Jesucristo escondido en el Sagrario provienen los verdaderos frutos de apostolado”.

“Pidamos perdón a la Trinidad Beatísima por nuestras negligencias pasadas y, amparándonos en la intercesión de nuestro santo Fundador, y siguiendo su ejemplo, hagamos el propósito de vivir el Santo Sacrificio, como trabajo de Dios: un trabajo que absorbe, que encanta, que cuesta, que agota, porque requiere que pongamos en esa acción divina nuestros sentidos y potencias, todo nuestro ser”.

“No hay nada que se pueda comparar en esta tierra a la unión con Cristo en el Sacrificio del altar”.

“Mientras no se trate con más amor al Señor en este Sacramento adorable, la Iglesia no superará estos momentos de dura prueba”.

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