miércoles, 24 de diciembre de 2014

¡VENID!

En himnos y villancicos de navidad resuena un mismo eco: el eco de una invitación proclamada en Belén: Venite in Bethleme! ¡Venid a Belén! Venid a esta humilde aldea a contemplar con estupor el más grande misterio acaecido sobre la tierra. “Venid, dirá Fray Luis de Granada, a ver al Hijo de Dios, no en el seno del Padre, sino en los brazos de la Madre; no entre los coros de los Ángeles, sino entre unos viles animales; no asentado a la diestra de la Majestad en las alturas, sino reclinado en un pesebre de bestias; no tronando ni relampagueando en el cielo, sino llorando y temblando de frío en un establo” (Vida de Jesucristo, Madrid 1990, p. 32). Sí, venite, adoremus; venite, adoremus Dominum.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

DIGNIDAD DEL HOMBRE

El hombre solamente es importante 
si es verdad que un Dios ha muerto por él.
(Nicolás Gómez Dávila)

martes, 9 de diciembre de 2014

EL CALVARIO PERPETUADO EN LA MISA

Recojo estas piadosas y profundas reflexiones del Beato J. H. Newman sobre la grandeza y sentido de la Santa Misa. ¡Cuánta riqueza en los graneros de la tradición de la Iglesia!

“Te adoro, Señor y Dios mío, con el más profundo temor reverencial por tu pasión y crucifixión, en sacrificio por nuestros pecados. Tú sufriste ciertamente dolores incomunicables en tu alma sin pecado. Fuiste expuesto en tu cuerpo inocente a tormentos ignominiosos, mezclados de dolor y vergüenza. Fuiste desnudado y fieramente flagelado, vibrando tu sagrado cuerpo bajo el azote como los árboles bajo las ráfagas de la tempestad. Así destrozado, fuiste, suspendido de la Cruz, desvestido, un espectáculo para todos los que te veían temblar y morir. ¡Cuánto implica todo esto, Dios Poderoso! ¡Qué profundidad vemos aquí que no podemos penetrar! Mi Dios, sé bien que pudiste habernos salvado con tu Palabra, sin sufrir tú mismo, pero elegiste adquirirnos al precio de tu sangre. Contemplo en ti la víctima elevada sobre el Calvario, y sé y declaro solemnemente que esa muerte tuya fue una expiación por los pecados del mundo entero. Creo y sé que tú sólo pudiste haber ofrecido una expiación meritoria, porque era tu divina naturaleza que otorgaba dignidad a tus sufrimientos. Antes que yo pereciera de acuerdo a lo que merecía, tú fuiste clavado al Árbol y moriste”. 
“Semejante sacrificio no podía ser olvidado. No iba a ser, no podía ser, un mero acontecimiento en la historia del mundo, que fuera hecho y terminado, muerto excepto en sus oscuros efectos no reconocidos. Si esa gran muerte fue lo que creemos que fue, lo que sabemos que es, debe permanecer presente aunque ya pasó, debe ser un hecho establecido para todos los tiempos. Nuestra propia reflexión cuidadosa sobre el mismo nos dice esto, y entonces, cuando se nos cuenta que tú, Señor, aunque has ascendido a la  gloria, has renovado y perpetuado tu sacrificio hasta el fin de todas las cosas, no sólo es la noticia más conmovedora y gozosa porque da testimonio de un Señor y Salvador tan compasivo, sino que lleva consigo el pleno asentimiento y simpatía de nuestra razón. Aunque no hubiéramos podido ni siquiera atreveros a anticipar una doctrina tan maravillosa, ahora que se nos comunica, adoramos su misma conveniencia a tus perfecciones, así como su infinita compasión para nosotros. Sí, mi Señor, aunque has dejado el mundo, eres ofrecido en la Misa diariamente, y, aunque no puedes sufrir dolor y muerte, te haces sujeto de indignidad y limitación para llevar hasta la plenitud tu misericordia hacia nosotros. Te humillas diariamente, pues, siendo infinito, no puedes finalizar tu humillación mientras existan aquellos por quienes te sometiste e ella. Por eso permaneces sacerdote para siempre”.
Meditaciones y Devociones, Ed. Agape Libros, Buenos Aires 2007, p 303-305.




miércoles, 3 de diciembre de 2014

TAREAS PARA EL NUEVO PREFECTO

El pasado 26 de noviembre La Nuova Bussola Quotidiana publicó una editorial del conocido liturgista don Nicola Bux sobre las tareas más urgentes que, según su parecer, debería enfrentar el Cardenal Sarah como nuevo Prefecto de la Congregación para el Culto Divino. A continuación ofrezco una traducción al castellano.

“El hombre que ora es el hombre por excelencia; es el acto supremo de la autoconciencia de la fe. El culto es el acto más grande que él puede realizar, porque lo une de nuevo con el origen, con Aquel que es el creador y el salvador del hombre.

Pero el culto católico padece actualmente un desequilibrio entre la forma comunitaria, que ha crecido desmesuradamente después del Concilio, y la forma personal, de hecho aniquilada justamente por el excesivo comunitarismo que mata la participación devota. Este es uno de los problemas que el cardenal Robert Sarah, nuevo prefecto de la Congregación para el Culto Divino, debería afrontar. La forma comunitaria, en efecto, expresa la comunión, pero no se trata de una fusión: el otro permanece como otro, no es absorbido ni reducido, de modo análogo al misterio de la Trinidad: un solo Dios, una sola naturaleza divina, pero al mismo tiempo tres personas.

Luego, por encima de todo, el culto sirve para que el hombre pueda encontrar a Dios; esa es su misión; sirve para introducir el hombre en la Presencia divina; hoy, en el tiempo de la descristianización, esto ya no es evidente. Presencia evoca algo a lo que acercarse, casi como tocarlo, pero que me supera, porque soy pecador. Entonces se dispara la reacción de Pedro: "Apártate de mí, porque soy un pecador." Presencia evoca lo "sagrado"; la liturgia es sagrada, a causa de la Presencia divina. Y esta realidad "sagrada" parece en ruinas, envuelta también en la crisis de la Iglesia, como ha escrito Benedicto XVI.

De este modo, muchos católicos, especialmente entre los jóvenes, simplemente escapan de la 'liturgia-entretenimiento' -litur-tainment, la llaman en América, donde el sacerdote imita a un conductor televisivo-, y buscan el misterio en el majestuoso rito bizantino o en el sobrio rito romano antiguo. Muchos obispos empiezan a darse cuenta de este fenómeno. Es un nuevo movimiento litúrgico, en el actual sucederse de generaciones. ¡Dichoso quién se haya dado cuenta a tiempo! De todo esto, la Congregación para el Culto Divino debe tomar nota.

Por otra parte, esta Congregación también es responsable de la “disciplina de los sacramentos”. Y aquí tocaremos una tecla dolorosa: la indisciplina generalizada, la falta de fidelidad al rito, que puede incluso afectar la validez misma de los sacramentos  (cfr. Juan Pablo II, Vicesimus Quintus Annus, 1988), lesionan en la liturgia los derechos de Dios, además del de los fieles. En la liturgia, la fe y la doctrina, están mediadas por el rito: per preces et ritus, dice la Constitución litúrgica (n.48); la fidelidad a los ritos y a los textos auténticos de la liturgia es una exigencia de la lex orandi que debe estar conforme con la lex credendi. El rito, en fin, mide el tiempo de la música y estructura el espacio del arte, haciéndolos capaces de comunicarle al hombre lo 'sagrado'; por esto poseen una dimensión apostólica, misionera y apologética. El cardinal Sarah, que ha sido secretario de Propaganda Fide, lo sabe bien”.