jueves, 21 de julio de 2016

SANTA MARÍA MAGDALENA, FIESTA

La Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, por deseo expreso del Papa Francisco, ha elevado la memoria de santa María Magdalena a la categoría de fiesta en el Calendario Romano General  que se celebra el 22 de julio. En la misa y en el oficio divino que se celebrarán a partir de ahora dicho día, se utilizarán los textos habituales utilizados en el Misal Romano y en la Liturgia de las Horas, pero la celebración de la Misa contará con un prefacio propio titulado de apostolorum apostola (Apóstol de los apóstoles), que reproducimos a continuación:

V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
aclamarte siempre,
Padre todopoderoso,
de quien la misericordia
no es menor que el poder,
por Cristo, Señor nuestro.

El cual se apareció visiblemente en el huerto
a María Magdalena,
pues ella lo había amado en vida,
lo había visto morir en la cruz,
lo buscaba yacente en el sepulcro,
y fue la primera en adorarlo
resucitado de entre los muertos;
y él la honró ante los apóstoles
con el oficio del apostolado
para que la buena noticia de la vida nueva
llegase hasta los confines del mundo.

Por eso, Señor,
nosotros, llenos de alegría,
te aclamamos con los ángeles y con todos los santos, diciendo:
Santo, Santo, Santo…

Texto oficial latino:

Vere dignum et iustum est,
æquum et salutáre,
nos te, Pater omnípotens,
cuius non minor est misericórdia quam potéstas,
in ómnibus prædicáre
per Christum Dóminum nostrum.
Qui in hortu maniféstus appáruit Maríæ Magdalénæ,
quippe quae eum diléxerat vivéntem,
in cruce víderat moriéntem,
quæsíerat in sepúlcro iacéntem,
ac prima adoráverat a mórtuis resurgéntem,
et eam apostolátus offício coram apóstolis honorávit
ut bonum novæ vitæ núntium
ad mundi fines perveníret.
Unde et nos, Dómine, cum Angelis et Sanctis univérsis
tibi confitémur, in exsultatióne dicéntes:
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus Deus Sábaoth…

Fray Luis de Granada hace notar con delicada expresión el privilegio de la Magdalena como primer testigo de la resurrección de Jesús, después de la Madre de Jesús: «Y mira bien que después de la Madre a aquella primero apareció, que más amó, más perseveró, más lloró y más solícitamente le buscó; para que así tengas por cierto que hallarás a Dios si con estas mismas lágrimas y diligencias le buscares». (Vida de Cristo, Madrid 1990, p.153)

No hay comentarios:

Publicar un comentario