lunes, 2 de abril de 2018

COMO UN ESTALLIDO DE LUZ


Recojo esta consideración de Benedicto XVI sobre la Resurrección de Cristo como irrupción de luz nueva y perenne en la oscuridad de la historia.

«La creación de Dios —lo acabamos de escuchar en el relato bíblico— comienza con la expresión: «Que exista la luz» (Gn 1, 3). Donde hay luz, nace la vida, el caos puede transformarse en cosmos. En el mensaje bíblico, la luz es la imagen más inmediata de Dios: Él es todo Luminosidad, Vida, Verdad, Luz. En la Vigilia Pascual, la Iglesia lee la narración de la creación como profecía. En la resurrección se realiza del  modo más sublime lo que este texto describe como el principio de todas las cosas. Dios dice de nuevo: «Que exista la luz». La resurrección de Jesús es un estallido de luz. Se supera la muerte, el sepulcro se abre de par en par. El Resucitado mismo es Luz, la luz del mundo. Con la resurrección, el día de Dios entra en la noche de la historia. A partir de la resurrección, la luz de Dios se difunde en el mundo y en la historia. Se hace de día. Sólo esta Luz, Jesucristo, es la luz verdadera, más que el fenómeno físico de luz. Él es la pura Luz: Dios mismo, que hace surgir una nueva creación en aquella antigua, y transforma el caos en cosmos»
(Benedicto XVI, Homilía en la Vigilia Pascual, 11-4-09).
Fuente: vatican.va

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